Cada vez son mas los occidentales que llegan a distintos puntos de la selva Amazónica en busca de experiencias «místicas» o de viajes de conexión con las plantas sagradas de la selva. Las tomas de Ayahuasca son el foco de atención de los viajeros que buscan acercarse a lo espiritual, a la sanación, a lo terapéutico o simplemente a vivir el éxtasis de la droga.
En términos Quechua, Ayahuasca significa Soga de los Espíritus, por su etimología aya (Espíritu, Muerto) y wasca (Soga, Cuerda), que permite que el espíritu salga del cuerpo sin que este muera. Dependiendo del pueblo donde se encuentre, varia su nombre, ya que también se la conoce como yagé, Hoasca, Caapi, Natem, entre otros.
La realidad es que las tomas de Ayahuasca se han vuelto mas populares para los turistas occidentales que para los propios pueblos originarios. De manera progresiva, dichos pueblos ven en sus ceremonias una experiencia atractiva para el turista y un recurso económico que supera el verdadero poder original del ritual. Es así que a partir de este fuerte atractivo turístico y económico es que fortalecen su identidad indígena «espiritual», un aspecto favorable del turismo cultural al fortalecer la identidad colectiva local y así su recuperación; pero en la practica lo que sucede es que la clase media e intelectuales con poder adquisitivo, se apropian de dicha identidad y se interesan por dichos rituales con un fin económico y de estatus; es así que en distintas ciudades como Bogotá, Iquitos, Cuzco, se abren centros «holísticos» donde el turista lejos de encontrarse en el lugar habitual donde nace la planta, puede acceder a dichas practicas con ayahuasca y encontrarse con speudos chamanes. A su vez son cada vez mas las organizaciones que «venden» una imagen de valores humanistas y universales, utilizando la identidad indígena en sus discursos.
Se sabe que los países Latinoamericanos del Amazonas son muy pobres y marginalizados, por lo cual el aumento del consumo de ayahuasca a traído expectativas y una nueva visión del turismo capaz de generar ingresos y desarrollo local. Así como se benefician las clases medias y altas antes mencionadas, están las familias y pequeñas comunidades que también a nivel creciente encuentran en las experiencias de ayahuasca un atractivo que atrae a los turistas a sus pequeñas pueblos y hogares. Pero a su vez la apropiación nativa de este tipo de experiencias se ah estado expandiendo en toda la Amazonas, generando que pueblos nativos que no incluían originalmente la Ayahuasca en sus ceremonias y rituales, hoy la reproducen con el fin de obtener beneficios económicos.
A partir de la descripción del caso se desprenden distintos lineamientos en relación al turismo, el desarrollo y las comunidades locales.
En principio el caso descrito deja ver como el turismo puede hacer un aporte significativo en las economías locales donde se desarrollan las practicas de ayahusca, ya que como se menciono, es un atractivo que mueve a un gran numero de turistas con divisas extranjeras y la demanda se ve en aumento. A su vez, carece de una buena planificación en relación a las comunidades locales pequeñas y su participación, como así también la ausencia de políticas que promuevan la educación de dichas comunidades para llevar a cabo de manera sostenible y viable dicha actividad turística. A si mismo se desprende el problema de la distribución de la riqueza, en dicho caso, quienes realmente llevan desde sus orígenes y saberes ancestrales la cosmovisión de la ayahuasca son los que menos la comercializan, y los que lejos están de obtener una ganancia económica, en cambio, las agencias de viajes con sus paquetes de todo incluido (comida, alojamiento, chaman) y quienes cuentan con un mayor poder adquisitivo logran generar una espectacularización del producto, banalizando la cultura ancestral y convirtiendo el ritual de la ayahuasca en un mero bien mercantilizado. Estos son los que sacan el mayor provecho económico a dicha practica, no solo por contar con mayor poder adquisitivo, sino también por insertar dichas practicas en la era de la globalización apoyado con el uso de internet y difusión por medio de los grandes medios de comunicación.
A si mismo, a partir de las problemáticas en relación al respeto y al valor del patrimonio inmaterial dado por la celebración no respetada de dicha tradición, surgen organizaciones que buscan rescatar y preservar los valores ancestrales. Así mismo en varios países Latinoamericanos se agrupan y se organizan comités de pueblos originarios con objetivos claros en defensa de sus tierras y sus posibilidades, como así también en relación a la lucha de su identidad, enmarcado en un marco político. De aquí se desprenden organizaciones que se pueden relacionar con un marketing verde o sostenible, no en relación a compras y ventas, pero si desde un manejo sostenible, respetable, y ético de las culturas originarias; como Cultural Survival, Yagaceros, entre otros.
Confiando en el turismo desde sus vertiente de sustentabilidad, focalizando en el respeto a las practicas ancestrales y haciendo hincapié en la capacitación educativa a las comunidades en materia de turismo y gestión de su patrimonio, el turismo comunitario podría ser una respuesta ante las problemáticas antes mencionadas, ya que acerca al turista al entorno real donde se practican las tomas de ayahuasca, incorpora la participación y gestión local, es responsable con el medio ambiente y principalmente privilegia el valor de la experiencia; que en dicho caso es el foco de atracción de los turistas. Apostando a este tipo de turismo con regulaciones enfocadas en cada caso en particular, se contribuye a un desarrollo, económico, armonioso y sustentable para que dicha practica no pierda su verdadero simbolismo y cosmovisión para la población y a su vez genere un desarrollo local.
El turismo comunitario o de los turistas directo a las comunidades nativas, trae más desorden y anarquía, además es un peligro viajar sin una agencia de viajes formal donde sus guías saben quienes son los verdaderos chamanes o dónde es más seguro sin poner tu vida en peligro… por favor no incentiven la informalidad y la inseguridad… al organizar una comunidad en terminos de turismo estas malogrando su cultura vendiendo falsas expectativas y al futuro no todos encontraran beneficios económicos como lo que esperan y declaran la guerra al turismo… eso ya sucedió en mi región lo digo con experiencia,,, mejor consulta a profesionales en esa área.