Archivos para la Categoría: Desplazamientos poblacionales

Descripción:

Desplazamientos poblacionales hacia dentro o hacia fuera del enclave turístico por motivos de exclusión social.

Hallsttatt, turismo masivo en los Alpes austriacos

Hallsttatt, en Austria, es un pueblo de postal. Está ubicado entre Salzburgo y Graz, en el distrito de los lagos de Austria Salzkammergut. Considerado como el asentamiento aun habitado, más antiguo de Europa, es conocido como «la perla de Austria». Sus depósitos de sal locales, han marcado su historia durante siglos, ya que sus minas, son las minas de sal más antiguas del mundo. Se hizo famoso a principios del siglo XIX, cuando fue descubierto por escritores y artistas que quedaron impresionados por sus paisajes de cuento. En el año 1997 fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y además se dice que la ciudad ficticia de Frozen (Arandelle), está inspirada en dicho pueblo. Desde el 2011, hay una réplica de Hallstatt en la provincia china de Guadong, construida por un empresario chino, que ha provocado que una gran parte del turismo provenga de este país.

En los últimos años el turismo se ha disparado sin control, llegando a ser muy incómodo para la población autóctona. El pueblo tiene 778 habitantes y recibe 10.000 visitantes diarios. Ya hace mucho tiempo que se ha sobrepasado la capacidad de carga en el lugar. De hecho, supera seis veces el número de turistas per capita que recibe Venecia. Hallstatt recibe más de un millón de turistas al año, según datos de 2019. Además de la saturación, otro de los problemas es que la mayoría de los turistas, tras llegar en cruceros y autobuses, solo están unas horas en el pueblo, dan un pequeño paseo, se sacan una foto y se van. Por lo tanto, no gastan dinero en los negocios ni en productos locales, no pernoctan ni visitan el Museo de la ciudad, que posee una gran colección de piezas de la Edad del Bronce, produciéndose así un considerado efecto leakage.

Antes era un pueblo tranquilo, hoy en día es un parque temático abarrotado de gente a todas horas, lo cual produce gran malestar en los residentes. Aparte de la gran cantidad de basura y deterioro que van dejando a su paso, se quejan del poco civismo y de los malos modos de los turistas, que tanto vuelan drones, como entran en las casas de los vecinos para ir al baño sis pedirles permiso. Según el daily mail, el dueño de un café relató: «Mi madre se despertó un día y se encontró con unos turistas chinos en su habitación».

Otra consecuencia negativa de la masificación es el aumento de los precios o inflación, de lo que se queja también la población autóctona, la cual intenta escapar de las hordas turísticas. Es por esto que  el mercado semanal de la ciudad, ha tenido que trasladarse a las afueras del pueblo, y es por ello, que Hallstatt corre peligro de acabar perdiendo su identidad cultural.

GENTRIFICACION EN BARCELONA

Barcelona se ha consolidado como un destino turístico de referencia a nivel mundial, sigue siendo en 2018 una de las diez ciudades del mundo preferidas y más visitadas por los viajeros. Con más de treinta millones de turistas anuales Barcelona y sus habitantes, sufren los impactos negativos provocados por este turismo masivo. Una de las grandes problemáticas a las que se enfrentan los barceloneses, es la imposibilidad de acceso a la vivienda en la ciudad por el encarecimiento del precio del suelo, ya sea de alquiler o de compra, que dificulta seguir habitando el centro de la ciudad y sus barrios más emblemáticos.

Los expertos apuntan a que el turismo es una de las principales causas de la gran inflación en los precios del alquiler en la ciudad, llegando en el año 2017 a traspasar la barrera de los 900 euros al mes de media, según datos oficiales publicados por la Secretaria de vivienda de la Generalitat. Según un estudio realizado por el Ayuntamiento de Barcelona, hay 15.881 apartamentos turísticos, de los que 6.275 no tienen licencia, casi el 40% de la oferta. El 7,7% del parque de alquiler son apartamentos para turistas y dedicarlos a ellos supone para los propietarios unos beneficios entre el 7 y el 13%, mientras que dedicarlo al alquiler convencional les da sólo el 3 o el 4% de beneficios. Los alquileres en algunos barrios de la ciudad actualmente superan en un 15% los picos de 2007, en plena burbuja inmobiliaria. Actualmente Barcelona es la capital española con los alquileres más caros del Estado (17,4 euros/m2).

Distritos que se ponen de moda en las grandes ciudades a causa del turismo y donde sube tanto el coste de vida que los vecinos son desplazados por otros ciudadanos con mayor poder adquisitivo. La gentrificación es «la sustitución de la clase popular de un barrio por una de mayor poder adquisitivo”. La gentrificación puede ser industrial, comercial o turística, aunque ésta última es la predominante hoy en día y avanza casi sin límites, fruto del propio capitalismo que en su proceso de acumulación necesita expandirse. En Barcelona este proceso de gentrificación ya se ha dado hace años en barrios como el Gótico, el Raval, la Barceloneta, Poble Nou, Poble Sec y en el último año en Sant Antoni con la gran reforma y reapertura de su mercado.

El turismo masivo en general y la conocida como economía colaborativa son los dos factores que, según varios estudios e informes, más han contribuido a acelerar los procesos de gentrificación en la ciudad. En el año 2017 en el marco del proyecto europeo Ecosistema de Datos Descentralizados de Propiedad Ciudadana (DECODE), se apuntaba que Barcelona es una de las ciudades con más oferta en la plataforma Airbnb, con un total de hasta 17.370 alojamientos, de los cuales solo el 22 % tiene licencia para operar.

Muchos son los movimientos ciudadanos que se han creado para combatir la gentrificación y pedir a los gobiernos responsables que pongan remedio ante tal problema, poniendo límites a la industria turística. Se ha creado la red de Ciudades del Sur de Europa frente a la Turistización, donde vecinos y entidades de ciudades como Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca, Valencia, Venecia, Malta o Lisboa, entre otras, que se enfrentan a los mismos problemas originados por el turismo como las dificultades de los vecinos para acceder a viviendas de alquiler; el encarecimiento y desaparición de comercio local; la masificación del espacio y el transporte públicos; condiciones laborales precarias en el empleo vinculado al turismo; contaminación; o banalización de entornos urbanos y naturales. Se han unido marcándose como objetivo defender los derechos sociales, sobre todo en materia de vivienda y de derecho a la ciudad.

Turismo sexual en Sosúa y Cabarete

Sosúa y Cabarete son dos municipios situados en la costa norte de la República Dominicana, en la provincia de Puerto Plata. Dos de los lugares que han experimentado el acelerado crecimiento turístico de este país en desarrollo y en la actualidad son un lugar en el que el comercio sexual caracteriza la mayor parte de su vida económica y social.

Para los dominicanos, los extranjeros son una excelente oportunidad para conseguir ingresos, además de una posibilidad, real o imaginada, de emigrar y salir de la pobreza. Pero en Sosúa y Cabarete, a medida que ha ocurrido este impresionante desarrollo turístico, los sectores económicos del medio rural costero han ido en deterioro y el turismo sexual se ha convertido prácticamente en la única oferta y demanda de esos lugares. Una oferta sexual que hace que familias y residentes decidan no frecuentar determinadas calles o comercios por temor de ser acosados por alguna mujer (o incluso niñas) o a que confundan a sus esposas con ellas.

Lo curioso de estos municipios es la ausencia de proxenetas y la explicación a esto es sencilla. En muchas ocasiones son las propias familias quienes ven en sus hijos la oportunidad de ganar dinero y salir de la pobreza; y la comunidad ha llegado a normalizar ese tipo de conductas. Por otra parte, también lo explican los arreglos con la policía local y los dueños de los bares, que aceptan y acogen sin reparo esa oferta sexual. Además el tipo de turista que llega para aprovecharse de ese paraíso sexual, no beneficia en nada a la comunidad y a su turismo, como sí lo haría un tipo de turismo familiar.

Parece que las autoridades se están empezando a movilizar para rescatar a las localidades de este tipo de turismo y apoyar el control de la prostitución.

Montañita, «la playa ideal»

Montañita pertenece a la parroquia Manglaralto, ubicado entre las ciudades de Santa Elena y Manta, en la costa pacífica de Ecuador. Es, sin duda alguna, la zona costera más turística del país pues es parte de la provincia de Santa Elena, en donde cruza la famosa «Ruta del Spondylus«.

La práctica del surf fue la principal causa por la que los turistas llegaron a Montañita, hecho predominante hasta hoy en día. Actualmente, se realizan campeonatos de esta rama deportiva junto con otros como el bodyboarding y el snorkling. A este lugar, y gracias a la fama obtenida por las razones mencionadas, han llegado turistas de diversas partes del mundo.

Sin embargo, en este lugar existen problemas graves que afectan tanto a los turistas como a los  residentes de la comuna, quienes son los verdaderos damnificados por la falta de atención por parte de las autoridades correspondientes y por la falta de respeto que existe por parte del turista.

Uno de los principales focos a los que se debe prestar atención es a la infraestructura del lugar. Como bien se mencionó antes, la comuna tiene unos servicios que están enfocados al 100% hacia el turista, sin tener en cuenta las consecuencias para sus habitantes. Este es el caso de los servicios básicos tales como agua, luz, tratamiento de residuos, alumbrado público, y sobre todo, el alcantarillado.

Agua: El servicio suele ser irregular. Existen racionamientos en fechas de alta, normalmente el agua no es recomendable para su consumo y es preferible comprar galones.

Luz: Según datos estadísticos de la Corporación Nacional de Electricidad, empresa que da este servicio a la zona, el 92% usa su propio medidor de uso exclusivo , el 5,75% tienen un medidor común para vivienda y el 2,02% no cuenta con medidor.

Tratamiento de residuos: La comuna está teniendo un crecimiento demográfico desmedido a causa de los turistas que vienen a instalarse a Montañita, por lo que se ha hecho difícil eliminar los desechos sin que tenga un impacto ambiental y/o de mala imagen. Entre los principales problemas está la eliminación de desechos sólidos, en la que el depósito de estos residuos son quebradas o huecos naturales donde se va enterrando la basura hasta formar montículos de tierra. La comuna tampoco tiene un plan eficiente de reciclaje.

Alumbrado público: Parece curioso que el alumbrado público sea muy eficiente en la zona centro donde se encuentra toda la «movida» de Montañita, pero en otras zonas apenas pasan las patrullar y la luz es ineficiente.

Las zonas donde el alumbrado deja mucho que desear son: Barrio Alta Montañita, Barrio del Tigrillo, Tramo de playa entre la punta y el centro, entre otros.

Alcantarillado: Según datos del INEC, el 3,26% de la población local  tiene acceso a una red de alcantarillado, el 86,21% está conectado a un pozo séptico, el, 0,27% se conecta mediante las descargas directas al mar, río, lago o quebrada, el 7,61% se conecta por letrinas, el, 4,08% está conectado a un pozo ciego y el 2,17% no cuenta con este servicio.

Otro problema que existe es la contaminación del Estero, que arrastra desechos sólidos que están tirados en la calle tales como botellas, latas, tapas de botellas e inclusive los propios restaurantes y hoteles que tiran sus desechos orgánicos e inorgánicos. Para drenar el agua sucia del río, los habitantes constantemente cavan una zanja,  sin embargo,  esta agua ya está totalmente contaminada.

Algunos factores externos que también surjen a causa del turismo de masas en Montañita son la aculturación, crecimiento de la explotación sexual femenina, o el total desinterés por la producción nacional y el consumo del mismo por el producto importado.

Masificación turística en Barcelona

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Foto: manifestación en contra de la masificación turística.

Barcelona, como una de las dos más importantes ciudades de España en conjunto con Madrid, ha desarrollado durante los últimos años un proceso de acritud con respecto a los turistas. La masificación turística en alguna zona de la ciudad ha provocado que para algunos residentes, el turismo provoque más problemas que beneficios.

Lo destaca una encuesta hecha por el ayuntamiento que «el 21,4% de habitantes de la Sagrada Familia creen que el turismo es el principal problema del barrio». En el caso de Sant Pere, Santa Caterina y El Born, un 13,9% así lo opina, frente al 15,8% en la Barceloneta.»

Por otro lado, los residentes destacan, que no es la existencia de turismo en sí, la cual provoque problemas en su ciudad, sino las últimas practicas que se están realizando por parte de los turistas, muchas de ellas vienen unidas por el turismo de masas o turismo de borracheras  que se esta promoviendo por parte de muchas empresas que ofertan las famosas «boatparty» en las cuales incluyen ingentes cantidades de bebidas, lo que más tarde produce diferentes disturbios a la gente que vive en la localidad.

Todas estas consecuencias de un turismo de masas no controlado, ha hecho que la administración pública haya tenido que tomar decisiones drásticas en cuanto a la regulación de hoteles, tiendas de souvenirs entre otros, por ejemplo «Turisme de Barcelona aboga por prohibir nuevos hoteles en el centro», «se vetará los nuevos pisos turísticos, siendo multados los ilegales con hasta 90.000€».

Por otro lado, han surgido muchas reivindicaciones con los problemas que surgen con el turismo día a día, hasta la creación de un documental denominado «byebye Barcelona» el cual se destacan que la cuidad se ha convertido en mayoritariamente turistas y que las personas se han ido porque la presión turística en ciertas épocas del año y días es insoportable.

Por último, como se dice en el documental «hasta el residente que menos tenga relación con el turismo, le ayuda en el día a día, porque es dinero que se mueve y es impuestos que se recaudan y generan un beneficio». Pero la pregunta sería ¿a que precio? por que la llegada de turistas, en exceso, puede producir un retorno negativo.

 

 

 

La industria del turismo invade Haití

Haití es considerado como un bello país aún sin explorar, natural y virgen. También conocido por las malas condiciones y pobreza de su población, unidas a las catástrofes naturales que han sufrido a lo largo de la historia. Todo esto unido, hace que sea muy atractivo para muchos empresarios, ya que se dispone de todos los recursos naturales que pueden atraer a los turistas como playas vírgenes, bellos fondos marinos, naturaleza, etc.  Por otra parte, el turismo podría ser una fuente de ingresos importante para este país.

El Gobierno haitiano está tratando de mostrar una nueva imagen del país, abierto a inversiones y negocios extranjeros. Sin embargo, la población localpercibe que sólo una minoría se verá beneficiada de esas inversiones. Los ingresos se quedarían en manos de compañías aéreas, cadenas hoteleras e intermediarios provocando el efecto leakage. Por ello, existe una gran tensión entre las estrategias del Gobierno y la comunidad local. Sirve de ejemplo el proyecto que se está llevando a cabo en Île-a-Vache.

Île-à-vache es lo que definiríamos como un paraíso. Representa una de las últimas auténticas !islas del tesoro! de todo el Caribe. Natural, desconocida, no explotada y del todo única; se trata de un verdadero paraíso en estado puro, una rareza en el mundo de hoy.

El plan de desarrollo para Île-a-vache incluye la construcción de 1.200 plazas turísticas, una carretera, un aeropuerto, un campo de golf, un puerto, electrificación, pozos de agua y diversas infraestructuras sociales. Parte de las infraestructuras van a ser pagadas con fondos venezolanos de PetroCaribe. El proyecto se presenta bajo etiquetas como: turismo sostenible de baja intensidad, respeto a la integridad cultural y ambiental de la zona, espíritu comunitario o reparto equitativo de los beneficios. Pero la población de Île-à-Vache tiene razones para desconfiar de esas etiquetas.

Sin previo aviso y sin tener en cuenta la opinión de los habitantes, ya se ha puesto la primera piedra para el aeropuerto y las excavadoras han comenzado a trabajar arrasando cultivos. Esto ha causado varias movilizaciones, provocando encarcelamientos y diversas protestas.Uno de los temas más espinosos es el de las expropiaciones y el desplazamiento de la población. Corre el rumor de que “sólo 5 familias de agricultores y 5 familias de pescadores de cada localidad serán seleccionadas para poder trabajar por los hoteles, el resto tendrán que marcharse”.

Casas marcadas para ser derrumbadas en Madame Bernard, Île-à-vache

(casas marcadas para su derribo)

Por otro lado, el público objetivo al que va dirigido este proyecto se trata de un grupo elitista y de gran poder adquisitivo, lo que dista bastante de los turistas que actualmente visitan Haití, los cuales buscan un viaje ligado a la naturaleza virgen o viajes de voluntariado.

El poco interés que han mostrado las instituciones hacia la comunidad local muestra que este proyecto se centra en el enriquecimiento de unos pocos, y por tanto, el nulo beneficio que la población obrera va a obtener, se deberían tener en cuenta acciones como la cadena de suministro verde, apoyando a los proveedores locales.

Usurpación de tierras masai

En los último años, numerosos safaris de lujo transitan por las tierras más recónditas de países como Tanzania y Kenia; donde aun conviven entre jirafas, cebras y leones las  tribus seminómadas dedicadas al pastoreo, los Masai.

Sin embargo, el gobierno de estos países, cegados por la creación de divisas a través del turismo y la caza; en lugar de proteger a estas comunidades indígenas, se han dedicado a favorecer a las empresas extranjeras que ofrecen este tipo de actividades, obligando y expulsando a los Masai de sus tierras ancestrales.

Así lo denuncia un estudio realizado por el Instituto de Oakland, que asegura que decenas de miles de habitantes del Parque Nacional Mikumi, en Tanzania, han perdido su casa o han sido expulsadas de sus hogares, debido a que sus bomas (nombre con el que se conoce a las casas tradicionales) fueron quemadas o destruidas por órdenes del Ministerio de Turismo para mantener la sabana abierta en beneficio de estas actividades. En 2017, concretamente, fueron más de 180 las bomas arrasadas, provocando también enormes pérdidas de rebaños.

Este es solo un caso de las muchas situaciones de opresión, expoliación y pérdida de identidad que viven las comunidades indígenas a causa del turismo, en lugar de convertirse en herramienta para la conservación de sus tradiciones y la preservación de sus ecosistemas.

Expulsión de indígenas del centro de Guanajuato

La Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato (PDHEG) inició un proceso de revisión a la administración municipal de Guanajuato después de que de que algunas mujeres indígenas denunciaran discriminación por tener vetadas las zonas céntrticas por ofrecer una “mala imagen al turismo” por lo que no se les permite

El gobierno de la ciudad de Guanajuato ha expulsado a los  indígenas nahuas de la sierra de Guerrero del centro de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, con el argumento de que no solamente de que comercian en la vía pública sin permiso, sino porque “afean” la vista al turismo.

Finalmente, tras la presión social y mediática, el conflicto llegó a un punto de entendimiento entre alcalde, que desembocó en un acuerdo entre las dos partes, en que las mujeres se comprometieron a respetar las ordenanzas municipales y el alcalde a ser equitativo y justo en la renovación de los permisos necesarios para la venta en la via pública.

Parque Nacional Digya

Tras el tsunami, el Parque Nacional Digya, fue uno de los 15 lugares catalogados por el gobierno de Ghana como ‘townships’ turísticos. En ningún momento se adjudicó algún tipo compensación económica o de vivienda a los habitantes. De hecho, cientos de residentes de la isla Dudzorme, dentro del Parque Nacional de Digya en la zona Tapa Abotoase del lago Volta, fueron desalojados por la fuerza entre finales de marzo y principios de abril de 2006. Estos desalojos forzosos privaron a los residentes, entre ellos mujeres y niños, de sus hogares y, en muchos casos, de los medios y herramientas con los que poder trabajar.

Cientos de miles de pobladores del África subsahariana enfrentan la amenaza de los desalojos forzados cada año. Según el Centro por el Derecho a la Vivienda y contra los Desalojos (Centre on Housing Rights and Evictions COHRE) se produjeron más de dos millones de desalojos forzados en diecinueve países africanos solo entre 2003 y 2006 (COHRE, 2006). Lo más alarmante es que en Angola, Guinea Ecuatorial, Ghana, Kenya, Nigeria y Zimbabwe han expulsado residentes para dar paso a proyectos de regeneración urbana, a pesar de haber ratificado el Pacto sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales que consagra el derecho a la vivienda y la protección contra los desalojos forzados. El Gobierno de Ghana ha ratificado el Pacto sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Sin embargo, la legislación internacional sobre derechos a la vivienda no ha sido adoptada en la Constitución del país, por lo cual existe una carencia de mecanismos legales a nivel nacional que los ghaneses puedan impetrar su derecho a la vivienda y la protección contra el desalojo forzado. Además, en los últimos años las autoridades ghanesas han aumentado este tipo de desalojos ilegales a gran escala en nombre del bien público. Solo entre 2003 y 2006, siete mil personas fueron desalojadas de Lake Volta, dentro del Parque Nacional Digya, con el fin de liberar el área para la implementación de planes alternativos de uso de suelo. Otros ochocientos fueron desalojados de Legion Village por las fuerzas armadas del país, y dos mil comerciantes fueron expulsados del mercado de Kantanamo de Accra, razón por la cual perdieron sus medios de subsistencia. (Afenah, 2010, ver link abajo)

Desalojos en Jujuy

La Quebrada de Humahuaca fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad (2003) y desde entonces los planes para transformar la zona en un centro turístico no han dejado de aparecer. Como primera consecuencias a ésto, las autoridades gubernamentales y la policía, han realizado varios desalojos de viviendas y propiedades en la zona donde residen los Kollas, uno de los pueblos que mantiene la propiedad y el uso de esas tierras desde hace siglos.