La isla de Ibiza está de moda, lleva estando de moda desde los años 70 y la llegada excesiva de turistas año tras año dificulta en tener una buena estancia en la isla y disfrutar de sus lujos y maravillas.
Con la llegada masiva de turistas a la isla, la explotación de la fiesta, el incremento de precios en servicios y bienes y el precio del alquiler de viviendas turísticas dificulta a los lugareños y a los jóvenes, que van en busca de trabajo para hacer temporada de verano que se encuentren con estas dificultades sin poder vivir en condiciones.
Como cada año, Ibiza recibe millones de turistas y los propietarios de inmuebles ven una gran oportunidad de negocio incrementando así el precio de la vivienda. Un piso de dos habitaciones puede costar 1.600€/ mes lo que significa que prácticamente el sueldo de una persona se va en el alquiler.
Algunos lugareños se ven obligados a marcharse de la isla ya que la situación es insostenible por culpa del crecimiento incontrolado de turistas y como consecuencia tiene una repercusión negativa a nivel de medio ambiente, de seguridad y económica.
La falta de un control por parte de las autoridades y las instituciones agrava el problema de higiene para la isla, ya que las calles están sucias y las playas llenas de basura. La imagen de la isla con turistas tirados en el suelo por las calles o gente durmiendo en balcones son una de las consecuencias de la carga masiva de turistas que recibe la isla.