En línea con la política de macro-eventos y macro-construcciones vigente en los años a la crisis de 2008 tuvo lugar la Expo 2008 de Zaragoza cuyo tema oficial era «Agua y Desarrollo sostenible». Hoy, quedan las deudas muchas infraestructuras sin uso.
Este proyecto ha supuesto una importante transformación urbana que ha absorvido una cantidad importante de recursos públicos. La participación ciudadana en un proyecto tan importante no ha existido más que para desde los medios generar una opinión pública muy favorable al evento.
Según los datos oficiales, se invirtieron 700 millones en el recinto y otros 1.550 en un plan de acompañamiento de infraestructuras. En total: 2.250 millones destinados a un complejo para el cual el Gobierno de Aragón busca aún aprovechamiento. Se generaron 502 millones inmediatamente al terminar el evento, lo que no incluye el coste de mantenimiento de obras como el Pabellón Puente de 88 millones de euros, un funicular de 12 millones, el rascacielos Torre del Agua de 53 millones. Las mencionadas obras están ahora sin uso definido y cerradas al público.
El mantenimiento de todos los inmuebles aún absorve recursos públicos: La empresa pública Expo Zaragoza Empresarial, a la que pertenecen los edificios que quedaron tras la Exposición Internacional que se celebró en 2008 perderá en 2013 6,7 millones de euros, que se compensarán con dinero público.