Honduras sigue debatiéndose en medio de una fuerte crisis económica, política y social, originada por el golpe de Estado de junio de 2009. El nuevo gobierno, encabezado por Porfirio Lobo, ha impulsado una estrategia para tratar de “normalizar” la situación en el país y las relaciones internacionales –aunque los sectores adversos siguen hablando de un “blanqueo del golpe”–, para reactivar los flujos de divisas e inversiones. El turismo de enclave parece ser uno de los sectores privilegiados por la nueva administración para lograr ese objetivo.
En este sentido, el complejo turístico Los Micos Beach and Golf Resort, mejor conocido como Bahía de Tela, representa la obra maestra de una Estrategia Nacional de Turismo Sostenible (ENTS), que persigue transformar el litoral Caribe de Honduras en el “Cancún de Centroamérica”.
Sin embargo, varios sectores de la población hondureña siguen rechazando, no sólo ese proyecto, sino también un modelo de desarrollo que consideran gravemente dañino para el país, generador de divisiones en las comunidades, y que beneficia solamente a los grupos económicos que ya controlan la política y la economía de Honduras.
Fuente: Giorgio Trucchi / ALBA SUD